La victoria de Delbonis sobre Karlovic por 6-3, 6-4 y 6-2 cerró el festejo de los capitaneados por Daniel Orsanic en el Arena de Zagreb, un par de horas después de que Potro ganara, según sus propias palabras, el partido más importante de su carrera a Cilic por 6-7 (4-7), 2-6, 7-5, 6-4 y 6-3.

Cuatro veces: en 1981, 2006, 2008 y 2011, tropezó Argentina en la final del trofeo por naciones más importante del tenis. Nunca en la historia un equipo había caído tantas veces en la definición sin alzarse con el título. Guillermo Vilas, José Luis Clerc, Guillermo Coria, Gastón Gaudio, David Nalbandian y hasta el mismo Del Potro hasta no habían podido conquistar la hazaña.

Delbonis ganó el punto que puso fin a años de frustraciones para el equipo nacional de la Davis. El azuleño consiguió la victoria más importante de su carrera ante Karlovic.

Lejos de intimidarse ante el gran reto de su vida, Delbonis exhibió carácter y determinación. Rompió el servicio de Karlovic, uno de los mejores saques del circuito pero frío como el hielo, en cuatro ocasiones y lo torturó con passing shots cuando el gigante subía a la red.

Horas antes, el tenista serrano Juan Martín Del Potro jugó un encuentro lleno de épica ante Cilic para mantener viva la llama de la ilusión argentina. Fueron casi cinco horas de derroche físico, táctico y mental por parte de ambos, en el partido más espectacular de la final.

Hasta ese día, sólo seis países habían conseguido remontar un 2-1 en una final de la Davis. El último que lo había logrado además fuera de casa había sido la Rusia de Marat Safin, en el 2002.